¿Cómo es una mamá PAS?
29 signos de ser Madre Altamente Sensible
Si estás leyendo ésto es porque quizá te has dado cuenta que tu manera de llevar tu maternidad es distinta a la de las madres que conoces. Notas que tu vivencia como mamá es muy INTENSA y PROFUNDA. Y probablemente te preguntas: ¿soy una madre altamente sensible?
Tal vez sientes como si tus sentidos se hubiesen agudizado aún más siendo mamá. Y que sientas que el cúmulo de cosas, experiencias y estímulos constantes en la vida con tus hijos es mucho para ti.
La maternidad puede ser abrumadora para cualquiera. Pero quienes somos altamente sensibles podemos sentir que nos ahogamos en una sobreestimulación física e intensidad emocional.
No solo por la crianza de tus hijos, sino también por la transformación interna que empezó en ti desde el embarazo.
No solo son las hormonas y el cúmulo de cosas. Es que te has enfrentado también a una sacudida de identidad personal.
La maternidad te enfrenta a tus miedos y a asuntos no resueltos de ti misma en tu infancia. Te hace cuestionarte tu pasado, tu relación con tu madre y las mujeres de tu familia y todo eso impacta en ti como madre.
¡La buena noticia es que te hace crecer y evolucionar como persona!
Primero te felicito porque al sentir tanto, te sabes distinta al resto y estás buscando respuestas. Estás dando pasos para conocerte aún más y eso te beneficia a ti y a tus hijos.
Buscar y encontrar respuestas sobre tu alta sensibilidad te brinda conocimiento.
Cuando pasas a la práctica y aplicas lo que aprendes te transformas poco a poco en una madre con mayor seguridad y confianza en ti misma. Y puedes darle a tus hijos un mejor apoyo para ser quienes han venido a ser.
Ahora te comparto 29 signos de las madres altamente sensibles.
Es un acercamiento a cómo las mamás altamente sensibles vivimos la maternidad. Provienen de observaciones y vivencias personales, así como de la literatura sobre Alta Sensibilidad que he consultado y puesto en práctica a lo largo de 8 años.
Si te estás cuestionando si eres una madre altamente sensible, te servirán para aclararte la posibilidad de serlo.
Los describo en primera persona, así puedes sentirlo de forma más personal y resonarán contigo, si es tu caso.

No es un test.
— Pero claro, a mayor cantidad de situaciones que sientas que te describen, mayor es la posibilidad de que seas una madre altamente sensible.
— Lo he dividido en 3 bloques para hacerte más fácil la lectura.
¡Veamos los primeros 10!
1— Siento la maternidad como la mejor y más enriquecedora experiencia de mi vida, pero al mismo tiempo la más desafiante. Me abrumo fácilmente con todo lo que conlleva ser mamá.
2— Percibo cosas muy sutiles en mis hijos y otras personas que los demás no notan, como el lenguaje no verbal y gestos. Me ayuda a percibir lo que mis hijos necesitan a veces sin que me lo digan y a adelantarme en prevenir problemas.
3— Lloro fácilmente si me emociono mucho o si me bloqueo o me frustro. Siento intensamente y a veces me cuesta controlar mis reacciones emocionales, en especial las lágrimas.
4— Me influye mucho el estado de ánimo y comportamiento de mis hijos. Me alegro profundamente con ellos y se me baja la energía cuando están tristes o enfermos. A menudo siento sus situaciones como mías.
5— Me cuesta trabajo poner límites y a menudo termino aceptando tareas y lleno de responsabilidades extras que me agobian.
6— Me agobio con mi larga lista de cosas en el día a día, o cuando tengo poco tiempo para realizarlas. Manejar el horario familiar con mis actividades y las de mis hijos me estresa. El no poder gestionar todo como me gustaría a veces me causa ansiedad.
7— Tiendo a preocuparme por cada cambio en el desarrollo de mis hijos y por cosas cotidianas, aunque estén bien. Soy naturalmente consciente de posibles riesgos y peligros del entorno y los relaciono con mis hijos, por eso a veces me preocupo de más.
8— Estoy en sintonía con los sentimientos de mis hijos. Soy muy empática y suelo hablarles con un lenguaje amable y tratarlos con respeto, sin imposiciones. Hay entre nosotros una relación cercana y segura
9— Me cuesta delegar, en especial en la crianza. No me gusta pedir ayuda por no mostrarme vulnerable, por no molestar o por creer que (casi) todo está bajo mi responsabilidad.
10— No me va bien la multitarea aunque a menudo tengo una larga lista de cosas por hacer. Y al no lograr hacerlas me siento mal y a veces me reprimo por ello.
¡Ahora veamos los 10 siguientes!
11— Siento la necesidad de retirarme a solas para encontrar alivio después de haber atendido algún estallido emocional de mis hijos, o de haber estado en un lugar estresante, o después de un día ajetreado.
12— No me gustan los conflictos, ni las peleas, ni ningún tipo de violencia y trato de evitarlos. A veces cedo ante los demás para evitar conflictos y me cuesta trabajo defender mi posición o mis intereses frente a otros.
13— Mis sentidos se abruman fácilmente con muchos niños jugando, corriendo y moviéndose o en reuniones con personas que hablan al mismo tiempo. Me satura poner atención a las conversaciones de adultos y a mis hijos a la vez.
14— Me gusta pensar, reflexionar e imaginar sobre lo que pasa en mi día a día, sobre el futuro de mis hijos y el mío. También recuerdo y pienso en el pasado. Mi cabeza está casi siempre ocupada.
15— Tengo un constante diálogo interno. Me cuesta desconectar mentalmente. A veces no puedo conciliar el sueño en especial si tuve un día lleno de cosas o si hay algún tema que me preocupe de mis hijos o mío.
16— Me sobresalto fácilmente con ruidos fuertes o sorpresas inesperadas. Los imprevistos me hacen sentir que pierdo un poco el balance.
17— Disfruto estar con mis hijos. Procuro pasar con ellos el mayor tiempo posible. Disfruto de películas infantiles juntos, de sus juegos, de sus bromas, sus ocurrencias y el contacto de abrazos y besos.
18— Soy bastante dedicada y pongo esmero en mi rol de mamá. Me gusta hacer las cosas bien y suelo estar pendiente de lo que pasa con mis hijos, de cómo se sienten, de qué necesitan.
19— Me resulta difícil poner atención en mi. Suelo priorizar las cosas de mis hijos sobre las mías. Atiendo primero las necesidades de mi familia y a menudo relego mi autocuidado.
20— Me esfuerzo mucho por no cometer errores, en especial en la crianza, porque me gusta hacer las cosas bien y a menudo eso me tiene en un estado de alerta que me cansa.
¡Y aquí los 9 últimos!
21— Al convertirme en mamá cambió mi mundo de manera muy significativa. Ya me parece imposible no definirme como persona sin considerar mi faceta de madre.
22— Me comparo con otras madres y con todo lo que hacen. Me pregunto cómo pueden hacer tanto y sin abrumarse como yo. Siento que no logro llegar a todo lo que me propongo. A menudo me siento insuficiente por eso.
23— Reflexiono antes de actuar y de tomar decisiones. No suelo dejarme llevar por la espontaneidad, en especial en asuntos importantes de la familia.
24— Desde que soy mamá cambié mi vida profesional. Reducí mi jornada laboral o cambié a un empleo menos demandante o empecé a trabajar desde casa. Valoro la crianza de mis hijos sobre mi desarrollo profesional. Quiero estar con ellos mientras sean pequeños.
25— No me gusta mostrarme vulnerable, ni mostrar demasiado mis profundos sentimientos con personas fuera de mi familia. Siento que no pueden entender mi profundidad de sentir y de pensar.
26— No me gusta ser juzgada ni cuestionada sobre mi estilo de crianza respetuosa. A veces no sé cómo defender mi postura frente a quienes no piensan como yo y eso me hace sentir mal.
27— A menudo me siento sola e incomprendida. Me siento diferente al resto y lo callo. A veces voy a reuniones sociales o hago cosas “solo por pertenecer al grupo”, pero no son cosas que yo elegiría por interés genuino.
28— Soy capaz de ver “más allá de lo obvio” y de ser muy creativa. Hago conexiones mentales que dan como resultado buenas soluciones, creativas y útiles tanto para mis hijos como para mi. Uso mi imaginación en juegos y actividades con ellos.
29— Me gusta mi sensibilidad, mi profunda forma de pensar y de ver el mundo, porque me aportan mucho como madre. Aunque por otro lado también mi intensidad me agobia más y me cansa. Suelo navegar entre momentos donde amo ser como soy y otros donde sufro por ello.
¿Qué tal te fué al leer los 29?
Si más de 20 signos en esta lista resuenan contigo, es muy probable que seas una madre PAS (Persona Altamente Sensible). Si son menos de 20 puede ser que seas muy sensible sin llegar a ser PAS.
La sensibilidad es un rasgo biológico e innato de la personalidad y se mide en una escala. Todas las personas son sensibles en mayor o menor grado.
Las personas con alta sensibilidad somos un 20-30% de la población mundial. Somos una minoría.
Es un rasgo de personalidad. No es una debilidad. Al contrario.
Los estudios más recientes de la Dra. Elaine N. Aron, muestran que las madres altamente sensibles tienen el potencial de ser no solo buenas madres, sino excelentes, cuando aprenden a gestionar los desafíos de la sobreestimulación sensorial y las constantes emociones de la maternidad.
Al aprender más sobre tu alta sensibilidad, poco a poco aprenderás a usar tus fortalezas de mamá PAS e irás definiendo mejor el estilo de crianza que funcione para ti y tus hijos.
Si eres una madre altamente sensible, lo que quiero transmitirte es que eres EXTRA-ORDINARIA
Pero más allá de si «entras» en la descripción de mamá PAS o no, lo importante es cómo sientes tu maternidad.
Si te sientes desbordada por los desafíos y el exceso de estímulos o por no poder gestionar tus emociones contantes, entonces es importante que TOMES ACCIÓN para empezar a CUIDARTE como lo necesitas.
Tal vez ahora estés pasando por una etapa de saturación y desequilibrio con tanta sobreestimulación y un cúmulo de emociones que te toca manejar, pero… tranquila, no estás sola.
Crianza Serena es nuestro espacio. Te acompaño desde aquí.
Y para celebrar juntas ser mamás sensibles, te tengo un regalo.
Es tu audio-guía + tu e-book.
Solo da clic sobre el botón morado para descargarla.

Con información práctica para ti como mamá sensible y 4 herramientas que te ayudarán a gestionar los desafíos más comunes de la crianza respetuosa.
Te acompaño paso a paso en tu camino como mamá altamente sensible.
Un abrazo / Zulema
Nota final: Si te interesa hacer el test en español de la Dra. Elaine N. Aron, sobre las Personas Altamente Sensibles, te animo a hacerlo en este enlace. Está la versión para personas adultas y para niños.