Comprender y aceptar a tu hijo altamente sensible e introvertido te permite concentrarte en lo que importa en lugar de distraerte con lo que no.
Gran parte del malentendido en torno a las personas PAS e introvertidas se deriva de los valores culturales y las normas sociales.
Muchos adultos que nos criaron no mostraban ni discutían sus emociones frente a nosotros porque no era “socialmente aceptable”.
Ahora, que estás criando a un hijo sensible o introvertido, puede que te resulte difícil. Cada persona sensible es única en su sensibilidad, por lo que es esencial tomar conciencia de las sensibilidades particulares de tu hijo (o de cada uno de ellos) y aceptarlo tal y como es.
La clave para un vínculo fuerte entre tú y tu hijo es escucharle y comunicarte con él o ella de una manera que apoyes sus sentimientos para que sienta que su forma de ser es válida, que es normal.
De esta forma se refuerza su autoconcepto y le hace sentir seguridad de ser quien es.
Comprender a tu hijo y su sensibilidad e introversión, es lo más importante para crear y fortalecer tu vínculo con él o ella. No es simple, y puede haber algunos momentos difíciles, pero en definitiva, vale la pena.
Aquí entonces surgen algunas preguntas ha plantearse tales como:
- ¿Estoy aceptando a mi hijo tal y como es?
- ¿Desearía poder cambiarlo?
- ¿Cómo me aseguro de que mi hijo sepa que lo amo tal y como es?
- ¿Cómo me aseguro de que no se sienta excluido ni marginado por la sociedad?
Entonces puede suceder que aún con tus mejores intenciones de “ayudarle a adaptarse al mundo”, trates de protegerlo de ciertas situaciones o lo alientes a “acostumbrarse” a situaciones que a él o ella le resultan agobiantes, pero que al final, “están en el mundo y en algún momento deberá adaptarse”.
Si bien esas decisiones pueden tener sentido para tí, pueden ser muy invalidantes para tu hijo. Le están transmitiendo inconscientemente que debido a que él o ella es diferente, en algún momento va a tener que “cambiar para adaptarse al mundo”.
Cuando un niño sensible e introvertido actúa diferente, la verdad es que está haciendo las cosas a su manera. Y esa manera “suya” es tan válida y real como la forma en que la gran mayoría lo hace.
Entender sus diferencias desde este enfoque, es el primer paso para ayudarle a desarrollarse completamente en la persona que está destinada a ser.
Aceptar la manera en cómo tu hijo procesa el mundo es importante, pero no es suficiente. Puede aceptar a tu hijo, pero si no comprendes por qué es cómo es, es posible que no puedas ayudarlo con la misma eficacia.
La comprensión conduce a un nivel más profundo de validación. La comprensión le permite concentrarse en lo que importa en lugar de distraerse con lo que no.
4 formas de entender y aceptar a tu hijo altamente sensible o introvertido
1. Ponte en su lugar para entender mejor su temperamento y personalidad.
El temperamento y la personalidad de tu hijo no son cosas que se puedan cambiar, sino cosas que puedes aprender a comprender para ayudarlo a crecer y a sentirse validado.
La alta sensibilidad y la introversión no se pueden arreglar ni quitar, son características innatas y biológicas, por lo que es importante que aprendas sobre los rasgos y cómo funcionan.
Los niños altamente sensibles tienen emociones fuertes y procesan las experiencias a un nivel más profundo que la mayoría de los niños (al igual que aquellos de nosotros que somos adultos altamente sensibles).
A menudo son introvertidos, reflexivos, creativos y empáticos, ¡todas cualidades positivas! Se verán más profundamente afectados por los acontecimientos que les rodean que sus compañeros. Reaccionan emocionalmente a cosas que los demás apenas notan.
2. Ten en cuenta cómo el estrés y las emociones le afectan
Cuando tu hijo se siente estresado o abrumado emocionalmente, tendrá más dificultades para sobrellevarlo que un niño menos sensible.
Es importante que observes y comprendas qué situaciones le causan estrés a tu hijo. Por ejemplo puede estresarse por lo que va encontrar en una fiesta de cumpleaños antes de ir, o sobreestimularse por los ruidos en el patio del colegio.
Y recuerda, no es culpa de él o ella sentirse abrumado en esas y otras situaciones.
Puedes ayudar a tu hijo a sobrellevarlo brindándole validación. Diciéndole que lo que le pasa a él o ella es normal, porque es capaz de percibir de forma más profunda de sus amiguitos.
Y también enseñándole formas de lidiar con aquello que le sobreestimula (o preocupa). Por ejemplo, que sepa que en las fiestas infantiles, puede hacer una pausa e ir a sentarse un rato, o ir al baño para calmarse un poco. O que busque zonas más tranquilas en el patio del cole, donde estar un rato cuando todos los demás corren y gritan.
3. Comprender que nació con características «no negociables»
Al igual que tu y yo nacimos con ciertas características biológicas que no podemos cambiar o borrar, tu hijo también nació con un conjunto de rasgos únicos de alta sensibilidad y/o introversión.
Y si también tú también los tienes, es importante que le hagas saber que a tí también te pasaba de niña y que incluso te pasa de adulta. De esta forma le ayudarás mucho a validarse al ver que también tú (o tu pareja) son como él o ella.
Si tu no eres PAS ni introvertida, te toca aprender a usar tu empatía para tratar de ponerte en su lugar e imaginar lo que tu hijo siente y vive..
Te puede parecer difícil de entender, pero si quieres hacerle feliz, debes aprender a relacionarte con él o ella y con lo que le interesa. Puede que le encante jugar con legos, leer libros o tocar música, así que asegúrate de fomentar sus pasatiempos y no tratar nunca de cambiar sus gustos.
4. Averigua sus necesidades y actúa en consecuencia
Según la Dra. Elaine Aron, autora del libro,“El don de la sensibilidad en la infancia: Cómo ayudar a tu hijo cuando el mundo lo abruma” los niños altamente sensibles nacen con un sistema nervioso que está más sintonizado con su entorno que la mayoría.
Tu hijo altamente sensible tiene un cerebro y un sistema nervioso diferente al del niño promedio, por lo que necesita tiempo para procesar e integrar la información.
Las PAS (Personas Altamente Sensibles) tienen el doble de neuronas en la corteza prefrontal (el área responsable de la toma de decisiones) que una persona promedio. Esto significa que son más conscientes de sus elecciones y de cómo afectan a los demás.
Esto puede ser un desafío si constantemente se les dice qué hacer. Esta es una lucha para adultos altamente sensibles, por lo que ya puedes imaginar cómo es para tu hijo.
Cuando tu hijo está abrumado, puede cerrarse debido a la ansiedad, retraerse en sí mismo o arremeter contra los demás.
Por lo tanto, es importante comprender que no necesitan castigo, sino apoyo para comprender quiénes son, y validar por qué su sensibilidad es un superpoder, no una debilidad.
También es esencial que observes y sepas qué le hace sentir seguro. Porque cuanto más seguro se sienta, más se entenderá y se aceptará a sí mismo.
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