Los niños introvertidos y altamente sensibles, al igual que los adultos introvertidos y PAS, necesitan más tiempo libre para recargar su energía, que los niños que no lo son.
Si van a la guardería o a la escuela, esas horas que pasan ahí ya son significativas para estar en ambientes cargados de estímulos.
Pongámonos en contexto
En la escuela o guardería, están varias horas conviviendo con otros niños hablando y moviéndose constantemente, tienen diferentes clases y variadas actividades escolares durante el día, también están los recesos para comer y jugar donde se concentra aún más la cantidad de niños corriendo, gritando y moviéndose, incluíd@ tu hij@.
Recordemos que en ambientes llenos de estímulos, se agotan fácilmente por la gran cantidad de información que procesan y la forma en la que sienten.
Por lo anterior, podemos darnos una idea de por qué muchas veces al recogerlos están irritables, además de agotados y de mal humor.
A menudo, olvidamos el tiempo de descanso que necesitan después de su jornada en la escuela o guardería, y vamos directo a otra actividad social o extraescolar.
Y aunque sabes que le gusta mucho ir y lo disfruta, hay días en que simplemente no tiene la energía para ello y lo demuestra con arrebatos emocionales.
No digo que vayan directo a casa todos los días, sino que evites saturar su agenda con todas (o casi todas) las tardes ocupadas, aunque sean citas de juego con sus amiguitos.
Y en especial, que tengas en cuenta sus características de personalidad y su necesidad de descansos, antes de anotarle a participar en actividades extraescolares o de fines de semana.
Muchas veces se tratan de actividades que suenan divertidas y educativas, y que incluso sabes que disfrutaría o que le ayudaría a desarrollar alguna habilidad que le interesa mucho, pero recuerda valorar “todo el contexto de todo lo que hace durante la semana”.
Estas son 5 preguntas que debes hacerte antes de inscribir a tu hij@ en una actividad.
1. ¿Cuál es mi motivación para inscribirle en ésto?
Indaga un poco en tus propios pensamientos y sentimientos sobre los motivos. Te darás cuenta que detrás de la primera idea hay más cosas que no habías tomado en cuenta.
Algunas preguntas derivadas de ésta, podrían ser:
¿Es algo que él o ella realmente quiere hacer?
¿O es algo que a mí me ilusiona que haga, pero que él o ella no lo está pidiendo ahora?
¿O solo me estoy dejando llevar por lo bien que parece ser la actividad?
Al preguntarte cuál es tu motivación para inscribir a tu hij@ en algo, te darás cuenta si realmente es el momento y las razones convenientes para él o ella.
A veces se trata de que hemos visto que otras familias lo hacen, pero recordemos que nuestro hij@ tiene necesidades particulares y únicas.
Incluso si una razón fuese que tú necesitas un descanso o tiempo libre, y esa actividad te daría una hora libre a tí, esa es una razón totalmente válida y entendible. No sientas que eres una mala madre por ello.
En ese caso, háblalo con tu pareja para organizarse de forma que tú tengas ese tiempo de descanso que necesitas a solas, sin tus hijos, o pide ayuda a alguien de confianza.
2. ¿Ha tenido suficiente tiempo de descanso últimamente?
Piensa en cómo han sido estos días para él o ella ahora, o cómo va a estar su agenda de actividades para cuando empiece esa actividad a la que le quieres inscribir.
¿Lo necesita mi hij@ ahora en este período, o puede esperar?
¿Cómo está ya su agenda de actividades, quedan espacios libres y que no se sature?
¿Ha estado muy ocupad@ últimamente?
Suficiente tiempo de inactividad se ve diferente para cada persona. Es importante que cuando te hagas esta pregunta, bases tus respuestas en tus observaciones de la vida real de tu hij@, sin compararle con otros niños y sin comparar a tu familia con otras familias.
3. ¿Esta actividad o evento está en línea con sus intereses?
El hecho de que unas actividades sean muy didácticas y suenen divertidas para tí no significa que sean interesantes para tu hij@, incluso si están diseñadas para niños de su edad o si los hijos de otras familias conocidas van.
Puede ser muy tentador elegir clases y eventos que nos hagan sentir como buenas madres, pero que no son tan divertidos ni educativos para nuestros hijos.
Los niños son más felices y se involucran más cuando siguen sus intereses; por mucho que te encantaría que desarrollara alguna habilidad que ahí aprendería, si realmente no le interesa ni le gusta, la puede llegar a sentir como una imposición y no la hará con gusto.
4. ¿Qué beneficios obtendrá de ésto? ¿Y esos beneficios son importantes ahora mismo?
Aquí me refiero a las actividades con orientación académica, como las clases particulares sobre alguna habilidad escolar o de habilidades de rendimiento, como las deportivas.
Por supuesto que es bueno alentar el desarrollo de sus habilidades o de que quieras ayudar a mejorar algo con clases privadas o tutorías, para aprender a leer o escribir, por ejemplo. O las clases de natación.
Pero, aunque los aspectos académicos y aprender a nadar son importantes, solo no olvides su necesidad de tiempos de descanso y sobre todo de no olvidar que tu hij@ lleva su propio ritmo y a veces implica más tiempo para desarrollar habilidades como nadar. Recuerda no presionar más de lo necesario.
5. ¿Hay algún miedo detrás de esta elección?
Es una pregunta más profunda, sobre sí como mamá hay algún miedo detrás de querer inscribirle en esta actividad.
Miedo de que tu hij@ se lo pierda o de que no aprenda algo que se supone que debe aprender. O incluso, miedo a “no pertenecer”. Es decir, a dejarse llevar porque otras familias lo están haciendo y si no se hace “puede no ser aceptado” y terminar “aislado”.
Aquí se trata de pensar si estamos dejándonos llevar por lo que la sociedad moderna nos dice que “debemos hacer y cómo debemos ser”, en vez de priorizar lo que para nuestro hij@ y nuestra familia sea verdaderamente conveniente.
Y en el caso de niños altamente sensibles e introvertidos, aquí caben muchas actividades que a ellos les resultan agobiantes, como las de deportes competitivos o asistir a parques de diversiones llenas de juegos mecánicos o ir a festivales con mucha gente.
Encontrar el equilibrio adecuado entre actividades y descansos
Como dije antes, no se trata de no programar actividades extraescolares o de fines de semana.
Pero sí de elegir con conciencia y pensando en las características y necesidades de tu hij@ altamente sensible e introvertid@ para que realmente le aporten en vez de saturarle.
Espero que estas preguntas te resulten de utilidad para ello.
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